Afrontar un diagnóstico de F.Q supone un nuevo planteamiento de vida a todos los niveles. Hay que tomar importantes decisiones para el presente y el futuro que se relacionan con la propia persona, la salud,el trabajo, la vivienda, las relaciones sociales, etc. El servcio de trabajo social de la AGFQ, realiza un abordaje desde tres líneas de trabajo bien diferenciadas pero relacionadas entre sí:

1. Facilitar información, orientación y asesoramiento sobre ayudas, servicios y recursos. La persona debe ser consciente de su propia realidad, conocer sus capacidades y los apoyos con los que cuenta en su entorno, a nivel individual como familiar. Entre sus funciones se encuentran: -Orientación de cara al empleo y cursos de formación.

   – Información de programas como campamentos y respiro familiar. – Charlas        de sensibilización.
    – Mediación familiar.
    – Realización de proyectos y justificaciones de subvenciones.
    – Gestión de recursos: discapacidad, dependencia, prestaciones…etc.

2. Amortiguar el impacto del diagnóstico, la angustia ante la falta de tratamiento específico, la incertidumbre de la desinformación, la mirada al futuro. Aquí el profesional realiza labores de acompañamiento, contención y soporte emocional.

3. Crear un clima de confianza. El apoyo técnico genera un espacio de comunicación que permite el afrontamiento de la realidad y el desarrollo de capacidades.

Es importante tener en cuenta que la respuesta que se ofrece no es algo puntual sino que se mantiene en el tiempo por lo que se establecen contactos para seguir facilitando información nueva sobre distintas cuestiones que puedan interesar a la persona como los avances en investigación, las actividades de la AGFQ…etc.

Afrontar un diagnóstico de F.Q supone un nuevo planteamiento de vida a todos los niveles. Hay que tomar importantes decisiones para el presente y el futuro que se relacionan con la propia persona, la salud,el trabajo, la vivienda, las relaciones sociales, etc. El servcio de trabajo social de la AGFQ, realiza un abordaje desde tres líneas de trabajo bien diferenciadas pero relacionadas entre sí:

1. Facilitar información, orientación y asesoramiento sobre ayudas, servicios y recursos. La persona debe ser consciente de su propia realidad, conocer sus capacidades y los apoyos con los que cuenta en su entorno, a nivel individual como familiar. Entre sus funciones se encuentran: -Orientación de cara al empleo y cursos de formación.

   – Información de programas como campamentos y respiro familiar. – Charlas        de sensibilización.
    – Mediación familiar.
    – Realización de proyectos y justificaciones de subvenciones.
    – Gestión de recursos: discapacidad, dependencia, prestaciones…etc.

2. Amortiguar el impacto del diagnóstico, la angustia ante la falta de tratamiento específico, la incertidumbre de la desinformación, la mirada al futuro. Aquí el profesional realiza labores de acompañamiento, contención y soporte emocional.

3. Crear un clima de confianza. El apoyo técnico genera un espacio de comunicación que permite el afrontamiento de la realidad y el desarrollo de capacidades.

Es importante tener en cuenta que la respuesta que se ofrece no es algo puntual sino que se mantiene en el tiempo por lo que se establecen contactos para seguir facilitando información nueva sobre distintas cuestiones que puedan interesar a la persona como los avances en investigación, las actividades de la AGFQ…etc.